1. Pensamiento deductivo
El pensamiento deductivo parte de afirmaciones basadas en ideas
abstractas y universalespara aplicarlas a casos particulares. Por ejemplo, si
partimos de la idea de que un francés es alguien que vive en Francia y Francia
está en Europa, concluiremos que René Descartes, que vivía en
Francia, era europeo
.
2. Pensamiento inductivo
Este tipo de
pensamiento no parte de afirmaciones generales, sino que se basa en casos
particulares y, a partir de ellos, genera ideas generales. Por
ejemplo, si observamos que las palomas tienen plumas, los avestruces tienen
plumas y las garzas también tienen plumas, podemos concluir que estos tres
animales forman parte de una categoría abstracta llamada “saurópsidos”.
3. Pensamiento analítico
4. Pensamiento lateral o creativo
En el pensamiento
creativo se juega a crear soluciones originales y únicas ante problemas,
mediante el cuestionamiento de las normas que en un principio parecen ser
evidentes. Por ejemplo, una silla de columpio parece “predestinada” a ser
utilizada en un tipo de juguete muy particular, pero es posible
transgredir esta idea utilizándola como soporte para una maceta que
cuelga de un porche. Este es uno de los tipos de pensamiento más utilizados en arte y
artesanía.
5. Pensamiento suave
6. Pensamiento duro
7. Pensamiento divergente
8. Pensamiento convergente
En el pensamiento
convergente se da un proceso por el cual nos damos cuenta de que hay
diferentes hechos o realidades que encajan entre sí a pesar de que en
un principio parecía que no tenían nada en común. Por ejemplo, si una familia de
monarcas se da cuenta de que en una guerra les interesa ponerse a favor de uno
de los bandos, habrán partido del análisis de los diferentes actores en
conflicto hasta llegar a una conclusión global acerca de la opción más
conveniente.
Este es un tipo de
pensamiento utilizado a la hora de detectar patrones comunes y regularidades, y
puede llevar a abstraer un concepto general que explique partes específicas de
la realidad.
9. Pensamiento mágico
El pensamiento
mágico confiere intenciones a elementos que no cuentan con voluntad ni
consciencia propias, y menos aún capacidad para actuar siguiendo planes. Por
ejemplo, una niña que por su corta edad cree que las olas de la playa tratan de
remojarles el pelo está utilizando el pensamiento mágico.
Por otro lado, el
pensamiento mágico no es propio solo de la etapa de la infancia: también
aparece en adultos pertenecientes a sociedades y culturas poco familiarizadas
con la escritura y con la ciencia. El motivo es que no han desarrollado un
sistema para someter hipótesis a un examen de validez, y por consiguiente se
puede sostener explicaciones míticas sobre la realidad que nos rodea.
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